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15/10/16

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Szifrón sobre "Relatos salvajes": "Es el deseo, el placer que produce responder a la agresión"

En la 62 edición del festival de San Sebastián, la rueda de prensa de Relatos salvajes reunió a su director, el argentino Damián Szifrón, dos de sus protagonistas, Ricardo Darín y Leonardo Sbaraglia, y dos de sus productores, los hermanos Pedro y Agustín Almodóvar en lo que pudo considerarse una competición de carisma. Mucho talento condensado para una audiencia entregada a una película gamberra, lucida, reveladora y casi subversiva. Participada por TVE, llegó a los cines españoles el 17 de octubre tras su enorme éxito en Argentina. El filme se apoya en seis capítulos diferentes con un denominador común: el momento de liberación (violenta) ante las frustraciones de la sociedad, burocracia, familia o matrimonio. Una película catártica que Szifrón, director de cine y creador de series de televisión, imaginó inspirándose en la serie Cuentos asombrosos. Los hermanos Almodóvar a través de su productora El Deseo perseguían al director argentino desde que vieron Tiempo de valientes (2005). “Me gustan los estallidos de cólera , el teatro y la vida están llenos de catarsis. Es insólito que te llegue un guion tan bueno”, afirmaba Pedro Almodóvar en San Sebastián. Relatos salvajes también luchará en los Oscar 2015, nominada en la categoría de mejor película de habla no inglesa. Liberar la rabia es comprensiblemente humano Protagonizada por Ricardo Darín, Leonardo Sbaraglia y Darío Grandinetti, está integrada por seis historias independientes que combinan suspense, comedia y violencia. El reparto cuenta tambien con Óscar Martínez, Erica Rivas, Rita Cortese y Julieta Sylberberg. Szifrón (ya no más) puede ser relativamente desconocido para el espectador español, aunque es creador de las series Los simuladores y Hermanos y detectives, ambas versionadas en España. Con Relatos salvajes, su tercera película, ha destrozado el tabú de que las películas de relatos independientes son veneno para la taquilla. Inspirándose en Cuentos asombrosos (la serie de relatos fantásticos que Spielberg produjo en los 80) escarba en el animal que guardamos a través de seis historias aparentemente desfasadas, pero inquietantemente verosímiles. “Lo que la película aborda es primitivo, los conflictos son ancestrales”, dice Szifrón, de 39 años. “En el caso de Ricardo (Darín): el hombre versus el sistema. En el caso de Sbaraglia, dos hombres luchando en una ruta, la lucha descarnada por la supervivencia del más apto que nos conecta directamente con el inicio de nuestra especie. O el casamiento una novia que durante su boda intuye que su marido le engaña con una invitada a la fiesta, es decir, la traición amorosa, el desengaño. Algo visceral que puede ser comprendido en cualquier parte. Y creo que es la razón por la que la película está viajando tanto”. Damián Szifrón tuvo la oportunidad de definir la película. “La solemnidad es la enemiga, hay algo sospechosa en ella. Parece que en el arte siempre hay que quitársela de encima. La película recorre personajes humillados, pero el verdadero tema es lo que sucede después: el deseo, el placer que produce responder a la agresión”. Bombazo de taquilla en Argentina “Los espectadores se transformaron en los principales promotores de la película y eso es algo que no se puede anticipar”, describía Ricardo Darín sobre el éxito de la película. “Te puede gustar una historia, pero de ahí a ponerse tan fervoroso… Se apropiaron de la película. Eso, cuando ocurre, es un fenómeno que trasciende el hecho cinematográfico. Tiene que ver con otro tipo de concitaciones, cuando los temas te tocan profundamente”. “Habla de enfados y provoca una liberación en el espectador. No es una película que está a favor de nos tomemos la justicia de nuestra parte. Son enfados cotidianos tomados de situaciones reconocibles que uno ha soñado. Yo no conduzco, pero me identifico con la rabia del personaje de Ricardo (Darín) al que ponen multas”, explicaba un Almodóvar que celebraba 35 años en el Festival desde que acudiera por primera vez. Además del éxito argentino, Relatos salvajes ya ha sido aclamada en los pases de los festivales de Cannes y Toronto. Aunque nacida en Argentina, su conexión es universal. Las salas sencillamente rompen a aplaudir en mitad de las proyecciones. “Damián, tienes que hacer una película sobre nosotros. Somos un país que usa muchos eufemismos, sobre todo la clase dirigente. Estamos profundamente desesperados con una mezcla de las más absoluta depresión”, proclamó el director de Pepi, Lucy, Boom y otras chicas del montón. Relatos salvajes es el segundo largometraje del director argentino Damián Szifrón tras Tiempo de valientes (2005). El éxito de la película ha pillado por sorpresa a los productores: los argentinos de Kramer & Sigman Films de Hugo Sigman y los españoles de El Deseo, de los hermanos Almodóvar. "Nos esperábamos un muy buen éxito, pero esto ha desbordado completamente lo que esperábamos", ha asegurado a Efe Hugo Sigman, de Kramer & Sigman Films. Según explicó Sigman, en la historia del cine argentino solo hay "siete u ocho películas" que han arrastrado 1,8 millones de espectadores en dos semanas. Pero además del éxito de público, lo que más satisfacción le ha dado es el hecho de que la película "se haya transformado en un motivo de discusión en redes sociales, en conversaciones de la sociedad argentina". Porque aunque la película es una pura comedia, las risas salen de un contexto concreto, el de la crisis económica y el de la complicada situación social en Argentina, el cómo en un momento dado y sometidos a una gran tensión, todos podemos explotar.

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