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3/3/17

Generales

Arte y parte

Son las 11 de la mañana de un día primaveral de Buenos Aires. Nuestra primera cita es en la sede del Grupo Insud, el imperio empresarial de Silvia Gold y su marido, el doctor Hugo Sigman. El edificio es emblemático, y como me explicará Silvia poco después, fue un petit hotel construido a principios del siglo XX para la familia Díaz Vélez, integrante de la alta sociedad argentina. Más tarde fue sede de la Sociedad Central de Arquitectos y, posteriormente, del Instituto de Cultura Argentino Israelí. La adquisición del edificio por parte del Grupo Insud significó una restauración completa y responsable que afectó a toda la estructura, especialmente importantes su fachada, su portón, la bella escalera, el jardín de invierno y sus maravillosos vitraux florales. Un trabajo riguroso en el que los propietarios actuales han puesto también su gran amor por el arte. Me muevo por las diferentes salas entre obras contemporáneas realmente relevantes. El desarrollo de la restauración se tradujo en imágenes gracias a la fotógrafa Adriana Lestido, en un libro magnífico titulado La Obra.  Silvia Gold tiene una apariencia delicada y una mirada azul muy profunda que se suaviza con su sonrisa acogedora. Está muy acostumbrada a las entrevistas que tocan temas del sector farmacéutico, es decir, sabe medir las palabras y ser precisa. “INSUD es un grupo corporativo de actividades diversas. Su nombre es acrónimo de los valores que sostiene: innovación, sustentabilidad, desarrollo. También elegimos el nombre INSUD por su connotación emocional con el hemisferio sur. Dentro del área Ciencias de la Vida, nuestra principal actividad es la industria farmacéutica en sus diferentes facetas, es decir, salud humana, salud animal y salud vegetal. El grupo también apuesta por las actividades culturales, somos los editores de Le Monde Diplomatique para Latinoamérica y propietarios de la productora de cine K&S, que ha producido títulos como Relatos salvajes, El clan y La cordillera. Proyectamos una nueva actividad en las áreas de Naturaleza y Diseño, exponenciada en el hotel Puerto Valle, en Esteros del Iberá, un edificio histórico en medio de la naturaleza al que hemos dotado de diseño, calidad, sostenibilidad y una investigación precisa de la gastronomía típica de la región. Y aunando sostenibilidad y belleza también hemos creado Solantú, una marca de bolsos de cocodrilo, exactamente de Caimán latirostris, una especie presente en los Esteros del Iberá. La colección está hecha de piezas únicas, muy bellas, para toda la vida”. Cumpliendo las más estrictas normas internacionales de preservación, Solantú devuelve a la naturaleza más ejemplares de Caimán latirostris de los que sobrevivirían en libertad. Así, ha creado un proyecto medioambiental de 360 grados, que va desde la erradicación de la caza furtiva -los antiguos cazadores son ahora recolectores de huevos y guardianes de los ecosistemas de los Esteros- a la preservación de diferentes especies de la zona, muchos puestos de trabajo en la provincia de Corrientes y una apuesta por el diseño y la calidad hotelera en el hotel Puerto Valle. Pero INSUD es mucho más que un grupo de empresas de indudable calado y éxito, es un sueño de dos personas que trabajan desde hace mucho tiempo en la frontera del conocimiento. Silvia Gold es clara al respecto. “Me gustaría hablar de la Fundación Mundo Sano, que fundó mi papá y que presido desde hace 18 años. La fundación trabaja con nuestra experiencia para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por enfermedades desatendidas, las llamadas enfermedades de la pobreza. Algunas son conocidas, como el dengue, pero otras, las más, pasan inadvertidas, aunque hay millones de personas en el mundo que las sufren. Nuestra labor en la fundación es socializar la actividad farmacéutica y encontrar nuevos tratamientos y apoyos para estas enfermedades que la industria desatiende. Consideramos que es un deber moral trabajar en esta dirección, y para ello también buscamos donaciones públicas y privadas”. Un mundo complejo. Un mundo de grandes retos, que Silvia Gold desgrana con seriedad y serenidad, y que ha continuado en las oficinas de INSUD en España, en el número 13 del Paseo de la Castellana de Madrid, también showroom de Solantú. Ha sido una larga conversación en dos continentes con una empresaria que emana determinación y poder personal. En ella, realmente, es oro todo lo que reluce.

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